![]() |
(Imaxe baixada de internet) |
Meses despois, cando faleceu o avó, apareceron, misteriosamente, as condenadas pantuflas azuis aos pés do ataúde. A familia empezou a berrar dicindo que fora un milagre e que o vello era un santo. Con disimulo, chisqueille un ollo. Seguro que el estaría morto de risa.
Y las azules, las del abuelo, las últimas que le habían comprado, desaparecieron sin dejar rastro. Menos mal que, casualmente, me había olvidado de bajar la basura y pudimos recuperar las otras, sus preferidas. Mamá, furiosa, castigó al perro. Yo sabía que el animal era inocente. Para recompensarlo, le regalé mi merienda.
Meses después, cuando falleció el abuelo, aparecieron, misteriosamente, las dichosas pantuflas azules a los pies del ataúd. Mi familia empezó a gritar diciendo que había sido un milagro y que el viejo era un santo. Con disimulo, le guiñé un ojo. Seguro que él estaría muerto de risa.
Creado para REC
Creado para REC
7 comentarios:
Si que hai puntos en común entre os nosos relatos, e non só por recuperar algo do lixo. Se hai complicidade entre dúas persoas, é que están unidas por algo moi especial. Unha aperta, Edita.
Pois si, Luisa. Moitas grazas.
Muy tierno tu relato, me ha gustado muchísimo y me ha arrancado una sonrisa. Un beso.
Edita es muy bonito tu micro. Los niños son capaces de hacer cosas icreíbles y complices de las paersonas a las que quieren. Me ha gustado mucho.
Besicos Muchos.
Moitas grazas, Belén e Nani. Unha alegría.
Me ha gustado mucho ese juego de complicidades, Noz. Muy bien conducido.
Bikos.
Moitas grazas.
Publicar un comentario