Non
soporta multitudes, entendendo como tales tres persoas. En cambio, odia a
soidade. Por iso tivo sempre can. Pero había que sacalo a pasear e, claro,
achegábanse os nenos para acariñalo, os donos doutras mascotas para charlar das
súas cousas... Insufrible. Cambiouno por un papagaio paroleiro. Xenial. Ata que
os veciños empezaron a aglomerarse debaixo do balcón animándoo a repetir porcalladas.
Adeus ó malfalado. Despois de moito pensar, atopou a solución. O seu novo
compañeiro de paseo acepta resignado a correa a cambio dos mecos posteriores.
Todo o mundo se arreda con disimulo cando pasa co seu lustroso gato negro.
No
soporta multitudes, entendiendo como tales tres personas. En cambio, odia la
soledad. Por eso tuvo siempre perro. Pero había que sacarlo a pasear y, claro, se
acercaban los niños para acariciarlo, los dueños de otras mascotas a charlar de
sus cosas... Insufrible. Lo cambió por un loro parlanchín. Genial. Hasta que
los vecinos empezaron a aglomerarse debajo del balcón animándolo a repetir
guarradas. Adiós al deslenguado. Después de mucho pensar, encontró la solución.
Su nuevo compañero de paseo acepta resignado la correa a cambio de los mimos
posteriores. Todo el mundo se aleja disimuladamente cuando pasa con su lustroso
gato negro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario