As amigas sempre teñen algunha tarefa que non pode esperar. O marido é unha
persoa moi ocupada. O medo impídelle saír soa. A satisfacción do vicio non
compensa tanta ansiedade, tanto síndrome de abstinencia reprimido. Cada ano
promete que é o derradeiro, pero chega o outono e a febre volve; vese de novo
mendigando comprensión e adeptos. E cada mañá de domingo sen pisar monte, sen
cheirar a fungo, suponlle rozar a depresión e disimular as bágoas.
Las amigas siempre tienen algún
quehacer inaplazable. Su marido es una persona muy ocupada. El miedo le impide
salir sola. La satisfacción del vicio no compensa tanta ansiedad, tanto
síndrome de abstinencia reprimido. Cada año se promete que es el último, pero llega otoño y la fiebre
vuelve; se ve de nuevo mendigando
comprensión y adeptos. Y cada mañana de domingo sin pisar el monte, sin oler a
hongo, le supone rozar la depresión y disimular las lágrimas.
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