(Imaxe baixada de internet)
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-Imos ver..., señor ¿Estanos a insinuar que lle adestremos o seu cachorro?
-Creo que non me entenderon. Vivo só, non teño mascota ningunha. Tamén lles anticipo que xa cambiei a pechadura da porta despois dos primeiros achados.
Primero fue un trozo de zapatilla vieja; después, la funda de un móvil, una hoja del periódico, la tapa de una tartera… Cada vez que llegaba del trabajo, se encontraba regalos de este tipo esparcidos por los lugares más insólitos de la casa. Al principio, lo tomó con relativa tranquilidad; los recogía sin darle demasiada importancia al asunto. Pero según iban pasando los días, el número de piezas aumentaba y se empezó a cansar. La gota que colmó el vaso fue un muslo de pollo sobre la cama deshecha. Al enfado se sumó la preocupación y acudió a la policía local solicitando ayuda.
-Vamos a ver…., señor. ¿Nos está insinuando que le adiestremos a su cachorro?
-Creo que no me han comprendido. Vivo solo, no tengo mascota alguna. También les anticipo que ya he cambiado la cerradura de la puerta después de los primeros hallazgos.
5 comentarios:
Imos ir a pedazos???
Pois xa estás tardando que me come la intriga...
¡Pues sí que es misterioso!
¡Ai que gracia, Rascacheira! O dos pedazos referíase ós anacos de obxectos que ían aparecemdo. Moito me temo que vas ter que imaxinar ti o final...
¿Los gatos no se cuelan por sitios insólitos?, a ver si va a ser eso. ¿O el protagonista era sonámbulo?. No nos dejes con la duda...
Ja ja ja... É un texto destes modernos, de final aberto. Admítense diferentes solucións. Esas dúas xa me gustan, sobre todo a do sonambulismo.
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